Me placer con un culo lleno

Con el calor del día llega a mí, me encuentro anhelando un poco de autocomplacencia.Mi mente vaga por las suaves y rebotantes curvas de mi amplio trasero, y no puedo evitar ser atraída hacia él.Con un sentido de anhelo, alcanzo mi espalda para acariciar la plenitud de mi desparrame, mis dedos recorriendo los contornos de mi redondez.La sensación envía una emoción cursando a través de mí, encendiendo un fuego de deseo que solo yo puedo saciar.Ahonda más profundo, mis deditos explorando lo más profundo de mi anhelo.El placer se intensifica, mi respiración se burla mientras me provoco y me tentado.Cada toque envía olas de éxtasis reverberando a lo largo de mi cuerpo, agudizando la anticipación.Perdida en la garganta de mi propio éxdasis, me rindo al ritmo de mi auto-placer.Cada movimiento, cada caricia, cada parpadeo de placer es un testamento a la cruda, deseo indulterado que me consume.Y en ese momento, todo lo que ansto es el sabor tóxico de mis propios placeres.