Castigando a mi hermanastra promiscua con sexo duro y una corrida facial, que ella deleita y llega al clímax

Después de una noche salvaje, mi hermanastra quedó atrapada en el acto de ser toda una puta, poniéndose caliente y sucia con un chico que conoció en la barra.En vez de darle duro, decidí enseñarle un galpón de lecciones que nunca olvidara.La arrastre hasta mi habitación, donde ella se dejó caer ansiosa de rodillas y me dio la mejor mamada de mi vida.Sabía en ese momento y ahí que tenía talento para ello.Me imaginé que se volará natural en el dormitorio, pero poco lo sabía, ella estaba a punto de volarme la mente.La tomé de espalda, follándola tan fuerte que su gran culo rebotaba arriba y abajo.Me asombraba su apetito insaciable por sexo, y sabía que no podía contenerme más.Reventé toda su carga sobre su cara, y para mi sorpresa, a ella le encantó.Incluso vino de eso, demostrando que era realmente una puta que amaba cada centímetro de mi polla.