Dos ladrones encuentran una enorme embestida de dinero en una casa que acaban de robar. Su captor, un disciplinario severo, los obliga a arrodillarse y les ordena que le presten servicios. El sexo en grupo salvaje sigue.
Un par de ladrones fueron pillados en el acto de entrar en una casa y fueron llevados a la oficina del dueño para interrogarlos.Poco sabían, el dueño tenía algunos planes morbosos en mente.Era un gran fan del BDSM y quería enseñarles una lección que no olvidarían.Después de un intenso interrogatorio, decidió llevarlos a su garaje, donde comenzó la verdadera diversión.El dueño de casa, un dominante amo del placer, ordenó a los ladrones que se despojaran y se arrodillaran.Luego procedió a darles una prueba de su dominación hardcore, comenzando con una mamada brusca.Los ladrones, inicialmente sorprendidos por el giro inesperado de los acontecimientos, pronto se encontraron disfrutando de la experiencia.El propietario, no satisfecho con un solo chico, trajo a su amigo para unirse a la diversión.Los ladros, ahora completamente metidos en el juego, entregados a una acción caliente en trío, con ambos culos siendo follados duros y sus gargantas siendo folladas también.
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