Volviendo al papel protagonista en el auto-placer

Después de un largo día de trabajo, me volví a encontrar atraído por el encanto del autoplacer.Al acostarme en mi cama, mi mano comenzó a vagar, explorando los contornos de mi cuerpo hasta que encontró su camino hacia mi miembro palpitante.Podía sentir la anticipación edificándose, la necesidad de liberación cada vez más fuerte con cada momento que pasaba.Pero no estaba satisfecho solo con mi propio toque.Quería más, quería ser tomada por alguien, sentir sus manos en mí, su cuerpo contra el mío.Pero desafortunadamente, estaba solo.Así que recurrí a mi fiel juguete sexual, un amigo bien usado que nunca me falló en tiempos de necesidad.Me ubiqué de rodillas, presentando mi trasero para su placer, y comencé a acariciarme en serio.La sensación fue intensa, abrumadora, y pude sentir el clímax edificándome dentro de mí.Y luego, con un desesperante golpe final, vine, mi caliente y pegajosa semilla se derramó sobre mi estómago, un testimonio de mi placer en solitario.