Ver al ginecólogo en cámara me excita. Me doy placer furtivo mientras estoy lejos, fantaseando con su toque en mi coño afeitado, grande y tetas naturales. El clímax creampie es intenso.
No estoy seguro de qué se trata de la vista de una silla de ginecólogos, pero siempre hace que mi motor se ponga en marcha.Hay algo tan tentador en el pensamiento de estar en esa silla, de tener a alguien adentrándose en tus lugares más íntimos.Como un fruto prohibido, un tabú que sólo pide ser roto.Así que, mientras mi pareja está fuera, no puedo evitar darme placer con mis fantasías.Me encuentro mirando la silla e imaginando todo tipo de cosas traviesas que suceden.Mis manos se desvían sobre mi cuerpo, explorando cada centímetro de mi piel, mis dedos recorriendo los contornos de mi coño.La sensación es abrumadora, y puedo sentirme cada vez más cerca del borde.Con un golpe final, alcanzo mi clímax, mi cuerpo temblando de placer.Es una vista para contemplar, un testimonio del poder de la lujuria pura sin adulterar.
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