Mi hermanastra y yo visitamos el río para un refrescante descanso del calor, y ella me trata con una mamada casera

Mi hermanastra y yo hemos estado tratando de alejarnos del calor últimamente, y finalmente encontramos el lugar perfecto para refrescarnos - ¡el río!Decidimos aprovechar el hermoso paisaje y divertirnos un poco bajo el sol.Como estábamos acostados en las orillas, mi hermanastra no pudo evitar notar mi palpitante erección.Estaba más que ansiosa por darme un masaje pequeño, y antes de que lo supiera, ella estaba chupando ansiosamente mi polla.Era una vista para contemplar mientras me llevaba expertamente hasta lo más profundo de su garganta, sus ojos brillaban de puro placer.El ambiente al aire libre solo se sumó a la excitación ya que ambos sabíamos que estábamos arriesgando ser atrapados por los ojos indiscretos.Pero la emoción del riesgo solo hizo que la experiencia fuera aún más tentadora.Al final, mi hermanastro entregó una actuación alucinante, dejándome completamente gastado y completamente satisfecho.