Gia Derzas, una joven y cachonda nena, se encuentra sola con su padrastro a altas horas de la noche. Incapaces de resistirse, se involucran en un encuentro caliente, explorando sus deseos prohibidos.
Gia Derzas tenía una fantasía salvaje acerca de su padrastro.El pensamiento de su padrstro, el hombre que se suponía que estaba fuera de los límites, la había estado persiguiendo durante bastante tiempo.Finalmente, decidió poner a prueba su fantasía y ver si era tan emocionante como el galpón imaginaba.Esperó hasta que su padrafo se hubiera ido a la cama antes de escabullirse en su habitación.La vista de su padrástro en ropa interior era suficiente para hacer que su corazón acelerase.No pudo resistir las ganas de tocarlo, de sentir su piel contra la de ella.En poco tiempo, ella lo estaba a horcajadas, su cuerpo pequeño encima de su marco antiguo y lleno de clima.La sensación de sus manos en sus tetas pequeñas y firmes fue suficiente para hacerla gemir a carcajadas.Su padrastro era un amante experto, y no dudó en demostrarle cuánto se había perdido.La vista del padrastro, su amante prohibido, fue suficiente para hacerlo sentir viva.
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