Le hago sexo oral a mi madrastra cuando mi padrastro no está cerca

Después de un largo día de trabajo, decidí sorprender a mi madrastra con un poco de atención extra.Mi padrastro estaba fuera de la ciudad, y sabía que esta era la oportunidad perfecta para demostrarle lo mucho que me importaba.Apenas entró en la puerta, podía decir que algo estaba apagado.Parecía nerviosa, casi excitada.No pude resistirme y tuve que aprovechar la situación.Besé suavemente su cuello, enviando estremecimientos por su columna vertebral.Luego, me moví más abajo, hasta la tela suave de su blusa, desabrochándola para revelar sus curvas deliciosas.No podía creer lo excitada que estaba, lo dispuesta que estaba a dejarme complacerla.Probaba cada centímetro de ella, saboreando cada gemido y jadeo.Fue una experiencia que nunca olvidaré, un momento de éxtasis puro que nos dejó a ambos sin aliento.Esto no fue solo un beso rápido, sino un encuentro apasionado que nos dejaba a ambos con ganas de más.