Los gemidos de las compañeras de cuarto llenan el dormitorio mientras alcanza el clímax con mis suaves dedos. Sus voluptuosas y naturales tetas que se agitan con el éxtasis, su caliente liberación pintando mis dedos. ¡Un momento lujoso e íntimo compartido!.
En una noche frígida, me encontré sola en mi habitación del dormitorio, esperando mi tiempo hasta que mis compañeros de cuarto regresen.Cuando mis dedos bailaban por mi suave piel, no pude evitar imaginar la sensación de su dulce coño bajo mi tacto.Incapaz de resistir el pensamiento tentador, exploré suavemente los pliegues de su delicada perla rosa, provocando gemidos suaves y un estremecimiento de placer.Con cada suave golpe, su cuerpo respondía en especie, su respiración chocaba mientras oleadas de éxtasis se lavaban sobre ella.La vista de sus grandes tetas naturales que agitaban con cada gemido fue suficiente para volverme loca de deseo.Mientras continuaba mi lenta y deliberada exploración, su cuerpo temblaba con la intensidad de su inminente clímax.Finalmente, con un jadeo, llegó al pico de placer, su cuerpo se estremecía con la liberación de su caliente y pegajosa leche.Esto fue un verdadero testimonio de la potencia de un lujoso orgasmo, dejándonos a ambos sin aliento y satisfechos.
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